SOLSTICIO de VERANO
Suspendido de un cómodo arnés - sujeto al
cuello de una majestuosa AGUILA REAL
- se encontró el duendecillo TAETON volando en dirección noreste.
Unos momentos antes, Águila Real
desplegando sus inconmensurables alas, había despegado desde lo alto de la Peña de Lara en dirección a los bosques de
Urkiola.
Se dirigía hacia allí porque en una de las
cuevas del Monte
Anboto vivía una de las hermanas de su padre, Tía Cloelia.
Muchas veces, durante los años anteriores, tía Cloelia
había enviado repetidos mensajes a su hermano Helikón que vivía cerca del Lago Enol, invitando a toda la familia
a reunirse con ellos para celebrar juntos las fiestas del Solsticio de Verano
que solía caer entre los días 22 ó 23 del sexto mes del año.
Papá Helikón andaba siempre muy
atareado trabajando incansablemente por el bienestar de su familia, así que
decidió que fuese su hijo Taetón quién en su representación fuese a visitar a
su hermana.
Tía Cloelia estaba casada con Tío Kirino, descendiente de la recia
raza baskona.
Ambos tenían un hijo de la edad de Taetón
más o menos que se llamaba PRIXUS.
¿Cómo sería su familia?.
El lugar donde vivían - situado entre
fragosas montañas - ¡Debía ser impresionante!.
Así cavilaba y daba vueltas a la cabeza Taetón cuándo una imprevista ráfaga de aire frío
balanceó bruscamente el cestillo de mimbre dónde se sentaba Taetón.
Esto le hizo volver a la realidad y decidió dejar de hacer
cábalas y aprovechar el tiempo del viaje en observar y contemplar,
confortablemente desde lo alto, el paisaje que sobrevolaban.
Debajo de ellos la tierra parecía
deslizarse mientras les iba mostrando paisajes que desde su altura semejaban "ciudades
en miniatura"; casitas aquí y allá; rebaños de ovejas;
caballos, vacas ... la torre de la iglesia con su nido de cigüeñas .. praderas
verdes ... ríos que serpenteaban dejando tras de sí un trazo verde oscuro ...
colinas ...
Incluso, echando un vistazo a los lados de
su montura, podía ver caprichosos cúmulos de nubes blancas que semejaban pequeñas
montañas de algodón flotando en el cielo.
Nunca - anteriormente a conocer el pueblo
de las Ocas y las Águilas Reales en Cova-Rubias - había volado y le parecía una
experiencia
extraordinaria tener la suerte de estar viviéndolo personalmente.
Había prestado cuidadosa atención a la
técnica de Águila Real desplegando sus alas desde lo alto de Peña Lara y pensó que quizás él con
tiempo, podría fabricar algún tipo de artefacto imitando las líneas aerodinámicas de las aves.
El diseño, más o
menos, debería parecerse a un "triángulo
isósceles".
El extremo con el ángulo más cerrado
imitaría "el
pico y la cabeza" del águila. A continuación los dos
ángulos más abiertos harían las veces de "alas".
Luego sería cuestión de sujetar de algún
modo a estas "alas artificiales" (en forma de la letra griega
"DELTA") un arnés con cestillo - similar al que en
esos momentos se encontraba - para luego lanzarse desde lo alto de una montaña
aprovechando las corrientes de aire templado, que se desprendían de la tierra
recalentada por el sol, para así poder ascender en el aire y luego planeando
poco a poco iría bajando hasta volver a poder poner los píes en la tierra.
La idea le gustó y decidió que, cuándo
tuviese tiempo, iba a ponerse a trabajar para llevar a cabo su propósito.
La emoción de alguna vez poder volar por
si mismo
le produjo
inexplicablemente un extraño cosquilleo en la boca del estómago.
Miró para abajo y vio que
sobrevolaban Prado
Luengo.
Atrás habían dejado ya la Sierra de Neila.
Se encontraban encima de
las altas peñas que conforman la
Sierra de la Demanda.
A la izquierda, a lo lejos, se vislumbraban los Montes de Oca.
A la derecha, el bello
paisaje de la Tierra de Cameros.
Tras varias horas de vuelo vieron en la
lejanía una enorme superficie reflectante que los ojos de Taetón no abarcaban a
ver de una sola vez.
- Sería el mar ... o ¿era un gran lago? - se preguntó
Taetón.
Águila Real, como si hubiese podido
adivinar los pensamientos de Taetón, le informó:
-
Ese enorme caudal de agua que ves en la lejanía significa que nos
acercamos al Río
IBRO.
Ese importante río nace en FONTIBRE (font + ibre = la fuente dónde nace el río
Ibro) cerca de las Lagunas de Ruidera.
Águila Real, que además de GEOGRAFÍA, sabía
mucho de HISTORIA continuó informándole.
- El
nombre de "Península Ibérica" precisamente proviene de la
denominación que dieron los antiguos comerciantes fenicios y griegos a las
tierras regadas por el Río Ibro.
Así, por derivación, se originaron las
palabras "IB
-e- RO" e "IB- e -RIA" para determinar a "los
pobladores de las tierras por dónde pasaba el río - ahora conocido como
- EBRO.
A todo esto ya
llevaban dos días de viaje.
Esa noche, como la anterior, cuándo Águila
Real detuvo su vuelo para descansar, y una vez dada cuenta de las provisiones -
que Tía
Pentesilea les había entregado
dentro de una bolsita de tela - Taetón se acurrucó dentro de su cestillo de
mimbre, deseó "buenas noches"
a su compañera el Águila, y cubriéndose con una manta de cuadros, se quedó
instantáneamente dormido, tanto era su cansancio después de las extraordinarias
situaciones que tenía la suerte de estar viviendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario